
Hay momentos que solo ocurren una vez. Instantes llenos de emoción, nervios y pequeños detalles que cuentan una gran historia. Los preparativos de la boda son uno de ellos.

El vestido de novia no es solo una prenda, es el reflejo de un sueño. En blanco y negro, cada pliegue, cada textura y cada encaje destacan de una forma única. Sin distracciones, solo la esencia.
Un instante detenido en el tiempo. Desde el momento en que el vestido cuelga en la habitación hasta el instante en que alguien querido lo acomoda con cuidado, cada imagen tiene un significado profundo.

Menos es más. La fotografía en blanco y negro resalta lo importante: la emoción, la luz, las sombras y los sentimientos que envuelven el día.

Si estás planeando tu boda, piensa en cómo quieres recordar esos momentos. No solo se trata de imágenes bonitas, sino de capturar la magia real de tu historia.
📩 ¿Quieres un reportaje que hable por sí solo? Escríbeme y hablemos sobre tu boda.
Share this story